martes, 15 de mayo de 2012

Piel de Olivo



Cuando rozo tu piel de olivo, tal vez fresno, tal vez manzano con diferente destino a quien alguien caprichoso decidió dar eternidad, me estremezco. Me estremezco, árbol convertido en Bécquer, laurel de poetas, ramaje de bosques de materia gris y mentes ya en blanco
Se me revuelven las entrañas al ver las tuyas amarillas, producto de tu enfermedad que es la mía. Me duelen las palabras al ver las tuyas grises y alguna ya en blanco por el paso del tiempo (ramera despiadada). Al verte débil en mi lecho, que ahora compartimos por contados días, recuerdo cuál es mi tiempo y cuán fugaz es.
Hermano, amigo, amante...tu transportas mi huella al mañana que no veré, al aire que no respiraré, a los sueños de otros que soñarán por mi cuando te vean. Te verán otros ojos mañana, pero serán los míos. De otro color y otra forma, pero será mi alma la que observe detrás de ese que dice que te mira.
Te dejo ya en tu hogar aledaño a otros. Te poso ya junto a tus hermanos que te echaban de menos y que han dejado tu cuarto tal como estaba, para saber que faltas...para que otros sepan que faltas.