miércoles, 28 de mayo de 2014

Demonios más grandes.

Veo tus piernas
en las piernas de otros.
Veo tus pómulos
en los huecos que otros tienen
en la cara.

La fuerza que succionaba tu rostro,
tu cuerpo intentando devorarse a sí mismo,
tu pulso tembloroso al coger un cigarro,
el olor a cerveza,
la cara perfectamente afeitada,
el after-safe con olor a pipermint,
los gritos,
mi hermano rodeándome.
no pasa nada enano” me dice,
pero yo lo veo todo.

Veo la verdad en los colores de los golpes.
Sé que hay cosas rojas en el aire,
veo ese amarillo violento en la habitación
mientras miramos la puerta.

Cómo puedes querer a alguien
a quien odias.
Cómo echas de menos a alguien
que nunca ha estado.

Tú no fuiste ningún ángel,
nadie va a arruinar ese recuerdo.
No tenías manos blancas,
ni una sonrisa al llegar a casa.
Puede que no fueras un ángel,
papá.
Pero demonios más grandes he visto.

miércoles, 14 de mayo de 2014

Todos la misma cara.

Todos la misma cara,
miran la que se apaga en el día,
la que se enciende de noche.
¿cuántos los que caminan
miran la misma cara?
¿Cuántos lloran
de una antigua diosa
el rostro mirando?
¿Cuántos rezan?

Todos la misma cara,
miran llorando, miran sonrisa
en boca, esgrimiendo las perlas
reflejo de lo que observan.
¿A cuántos nos mira su rostro,
a cuántos ilumina?
¿A cuantos nos baña su cara,
a cuántos contamina?

Pensamos,
que tierna la que está allí arriba,
que dulce rostro tintinea
en las gafas de los niños
que se apoyan de puntillas
en en el alféizar.
¿En cuántos cristales a la vez se refleja?

Pensamos que nos miran
sus ojos de plata,
como antaño los griegos miraban.
Y rezamos a su tenue vela
y rezamos como romanos rezaban.

¿Y en tantos años rezando...
en tantos años de súplica desoída,
no será que en verdad
no es su rostro lo que ilumina
sino su espalda inquisitiva?

Todos la misma cara...
Todos la misma Luna...