martes, 16 de junio de 2015

17/6/1986

A mi hermano Pedro David Fernández Gómez, 
por enseñarme a ser hombre sin dejar de ser niño. 
Por enseñarme a ser humano. 

Búscame.
Cuando ya no quede nadie,
Búscame
Cuando el silencio lo cubro todo con su manto
Y las manos se aferren al hierro,
Cuando caminemos agazapados
Rodeados de muertos
Para huir de ésta ciudad
Y hablemos por señas.

Búscame Cuando hayas perdido todo.
Llevaré contigo el odio de nuestra sangre,
Llevaré los puñales en la espalda,
Y las balas,
Y los golpes que nos enseñaron a seguir.

Búscame al final de todo,
Al final de las caídas, de las heridas.
Búscame en la grieta de tu techo,
En los versos de otros,
En la música, en la histeria,
En la paranoia, en el odio, en la ira,
En el océano que derrames.

Búscame al final del enorme pasillo oscuro que recorríamos en reyes…
…solos, siempre solos.
En aquella “montaña rusa”.
Búscame detrás del tiempo que no hemos podido compartir.
Más allá del tiempo que yo no viví, pero tú sí

Búscame a más de siete kilómetros.
A más de 289 meses…
A más de 1263 semanas…
A más de 8875 días.
Búscame a algo más de los 24 años que te debo,
Que Cuando llegue el final te pago todo.
Y morirnos como nacimos.

Sin deudas.

miércoles, 15 de abril de 2015

Y no pasa nada. (1ª carta al hijo que no tengo)

Relájate.
Es sólo un día más en el infinito intrincado y eterno tiempo del universo.
Para un instante. Tranquilo. Toma aire. Cierra los ojos. Suéltalo.
Cuando tengas toda la inmensidad del universo a tus pies señalarás con el dedo La Tierra,
"yo viví en esa mota de polvo". Recordarás este día, no es el final de nada.
Haz por quien tienes enfrente todo lo que puedas...nadie te lo va a devolver. Y no pasa nada.
Elegirás el camino más duro, más sacrificado, y no siempre habra un gracias. Y no pasa nada.
Te dejarás tus dedos y tus uñas por otros. Pasarás hambre porque otros no lo hagan. Y cuando tengas hambre, puede que no haya nadie como tú cerca. Y no pasa nada. Pregunta siempre a quien veas afligido, aunque la cosa no acabe bien. No pasa nada. Serás odiado, envidiado, criticado. Y no pasará nada.

Porque cuando contemples todo el universo unos segundos antes de apagarte... no te verás a tí, ni les verás a ellos. Ya no será importante. Y no pasará nada. Pero sonreirás. Por cada globo que le diste a un niño, por cada sonrisa devuelta, por casa paso de cebra y cada anciano. Por cada "todo va a salir bien". Por cada mano agarrada. Por cada golpe parado. Porque en aquel momento tenía sentido. Porque no existió el dinero en aquel momento. Porque no importaron los gobiernos, ni las razas, ni las religiones. Porque construiste la mejor versión de tí mismo. Porque viviste. No sólo sobreviviste. Porque odiaste, pero cambiaste. Porque insultaste y viste que no valió de nada. Porque los golpes te destruían a ti más de lo que destruyeron jamás a ninguno de tus golpeados.
Porque viviste de acuerdo a ti mismo. No habrá premio, ni castigo. No habrá un paraíso para tí, ni un infierno. Y no pasará nada, porque hiciste de tu vida tu propio edén.
Y todo lo que hiciste caerá en el olvido. Y no pasará nada.
Ahora ya lo has visto, concédete unos segundos para hundirte. Después relájate. Para un instante. Tranquilo.
Toma aire.
Suéltalo.
Abre los ojos.
Sonríe.
Y sigue adelante.
¿Lo ves? No pasa nada.

Venida a menos.

A veces recuerdo tu cadera.
A veces incluso la veo.
me sobran los trazos
que delimitan la Luna,
y me acuesto.
Y te pienso.

A veces tus lunares confabulan
para secuestrar mi sueño
y te recuerdo
apartándote el pelo,
apartándome el mío.

Recuerdo la noche
de tu espalda fría.
Tus ojos, tus dedos.

A veces te veo,
en unos ojos de otro color,
te abrazo abrazando otra espalda,
me aferro ardiendo
a los clavos clavados en las manos de otros.

Todos serán tú,
...venida a menos.

Todos caminarán en tu recuerdo.
Todos serán los versos que no te dije,
los besos que no te di,
todos serán la versión pirata de ti,
la marca Hacendado de tu olor,
el sucedáneo más barato en el mercado.
Te descubro en la calle,
metida en el perfume de una pija barata
a la que no le pega nada oler a tí.
En el color de una balada.
A veces te follo,
aunque tengas otra cara.

Recuerdo a veces,
cuando era tu astronauta
Ya nunca serás mía
aunque orbites estando
siempre cerca de mi.
Siempre siendo mi carga.

sábado, 24 de enero de 2015

Mientras no pasa nada

A Irene Garrido Huelmo.
Por todo el bulling.

Mientras no pasa nada,
el mundo se envuelve y se viste.
Los números, los cálculos... no existen.

Mientras en el mundo no pasa nada,
todo pasa por un filtro.
que va cambiando de color
ojeo, oteo, veo.

Mientras alrededor no pasa nada,
en mi mente se trama una historia,
se describe un paisaje.

Cuando callo, hablo hacia dentro.
Cuando canto, me rompo hacia afuera.

Y conociendo esto,
hablar sólo se reduce
a hacer un remiendo
al lenguaje, a la inteligencia
y a los sentimientos.

Lo que surge de una cuerda,
de un movimiento,
del viento que se mueve...

...de la caja que retumba
por la cuerda por la uña
por el dedo por la mano
por el brazo del muchacho
que se gana unas monedas en Londres
cantando sus miserias.

Mientras no pasa nada,
se puede escuchar en todas partes,
en cada ruido de la calle,
en cada claxon, en cada semáforo,
en cada bostezo...

Mientras alrededor no pasa nada,
hay música.
La música nos guía,
no lleva de la mano,
está en todas partes...
sólo hay que pararse a escuchar.
sólo habría que pararse.
La música podría salvarnos,
si tan sólo nos parásemos.

sábado, 17 de enero de 2015

Señor de los cuervos.

Mientras yo dejo todo pasar,
tú apareces
en todos los tormentos
de todos los futuros
que no estoy viviendo.

Busco voces,
triunfos de otros,
y siempre vuelvo a ti.
Reapareces con tu cetro,

con la alfombra roja 
de la victoria,
haciendo que todo huela 
a tus golpes de suerte.

Aquí todo suena a muerte,
a humedad, a niebla...
a volver a verte,
en todas mis ventanas
verdes.

Verde que te quiero verde,
graznando a mi puerta, verde.

¿Por qué no recoges 
todas las cosas de mí que ni recuerdas?
Por qué no miras hacia atrás
y haces el esfuerzo de reconocerme.

Verde que te quiero verde,
Rebañando mis huesos, verde.


Se me suele quedar la voz encasquillada
de vivir a la sombra de tu triunfo.

"A Leroy. 16/01/15"

jueves, 15 de enero de 2015

Siento.

Siento a cada trago
tu tormento,
tu vergüenza
y un rostro que me inquieta
y se sustenta
en mi intranquilidad.

Siento cada vena
palpitando
a duermevela.
Siento el rayo,
entre mis dedos.
Mi cerebro que se enerva
y se levanta
en cada inclinación
de la botella.

Siento en cada pena
que me llena,
que desborda
por la tinta de mi boli,
que se escurre por mi boca,
que está empapando todo el bar,
tu lejanía.

Siento aquí en mis hombros
cada metro
que separa cada línea
que recorre cada tramo,
de cada recta y curva
trayecto y carretera
que lleva hasta no estar
contigo.

Siento cada raja,
cada herida,
cada rozadura,
cada golpe,
cada corte, moretón,
rotura, desventura,
cada gota de mi sangre,
cada caída y recaída,
y recaída, y recaída
que produce el desgaste
de no estar contigo.

Visceralmente,
siento rabia, odio,
impotencia...
siento un hígado
con cirrosis en mi garganta,
llena de cada carta, truco,
trampa, enroque...
Cada raíz, tronco, roca,
cada trueno, cada río,
cada recital por ti.
Cada centímetro hasta dónde tú estás.
Siento cada vez más fuerte,
cada vez menos.


miércoles, 26 de noviembre de 2014

Religión (I)

Mi dios no tiene bando,
no enfrenta legiones.
Tu dios dice estar contigo,
pero al girarte no ves nada.
Yo veo a mi dios cada mañana.

Mi dios tiene un iglesia
y varios días sagrados,
"dias de descanso" les llama,
y se les da su jefe.
Mi dios se cansa, suda,
llora, y se tapa cada noche.

Le preocupa llegar a fin de mes,
y deber dinero.
Mi dios no es como el tuyo,
el mío tiene amigos, familia,
pareja, compañeros y encargados.

No es perfecto,
no sabe lo que pasará mañana,
pero se prepara para lo que venga.
A mi dios le duele la espalda a veces,
se marea...
se muerde las uñas todo el rato,
está enganchado a las series,
a varios libros, y al teatro.

Mi dios es inconstante,
repetitivo, mentiroso,
concesivo...difuso.

A mi dios
le duele el dedo meñique del pie,
porque calza zapatos.
Le huele el aliento por las mañanas,

Es concreto:
una cabeza, dos manos,
dos pies, un torax.
No vive en el espacio,
ni en el cielo,
ni tiene un único enemigo poderoso,
que esté en el infierno.

Mi dios vive
detrás de la grieta
que hice con el puño en el espejo.

Y ese dios, no me fallaría nunca.
Asi que no me fallo nunca.
Jamás tendría un dios
mejor que el que tengo.