Cállate.
Qué terrible.
Se oían caer ríos del pueblo a la
ciudad.¡Se oían ríos! ...se oían ríos y eran polvo. ¡Dios qué
triste! Era polvo y yo preparado para bucear. El tiempo me sabe a
cristales.¿quien me creía yo para romper tus horas?¿quien me creía
yo?¿salvavidas? Me lo merezco. Yo viajando en aviones y tu en tu
naufragio. Lo merezco.
Yo, que me imaginaba posado en tu sábana de miel, yo que me iba a quedar ciego con tanta luz en el móvil, yo que me iba a inmolar el pecho por ti...¿yo?
Yo, que me imaginaba posado en tu sábana de miel, yo que me iba a quedar ciego con tanta luz en el móvil, yo que me iba a inmolar el pecho por ti...¿yo?
Yo soy agua.
Cállate.
Qué crueldad.
Tenías los ojos de oro, las manos de
viento en la mañana, el cabello que tienen los bosques en el
amazonas, la piel de barro recién modelada. Tenias y no tienes. Se
oían ríos, y ahora se oyen truenos. Ahora solo hay rayos, y árboles
abatidos, rugidos del cielo, penumbra, sombra, guerra, noche. La
batalla del huracán sobre la mariposa, la ventisca contra los
maderos, los velos arrojados al viento. Ahora solo hay barrancos y
montañas y puntas de lanza, y escarpadas rocas afiladas en la
espalda. Vacío, estrellas, nubes, gloria, mierda, caos, dioses.
Yo pa' qué te digo nada. Ahora podría
mirar tu vaso lleno, y el tintinear del hielo, y el olor del café
frío y el sentido del viento. Yo pa' qué quería tu respuesta, si a
mi con verte me valía, pa' qué tus labios o tu cuello, pa' que tu olivo. Pa' dolerme tu. ¿yo?
Yo soy agua.