Como suspiros es mi recuerdo,
y como un brillo mi lamento
que se alza hasta ti, hasta el cielo.
Cae el frío suave y retorcido,
fluyendo gracil sobre mi,
¡Que despropósito!...qué belleza de mármol.
No has visto mis manos,
porque ellas se han adelantado
y si, estan rezando, rezando...
No te has ido y ya me duele
y es tanto dolor, que aunque volvieras
ya no habria manera.
Qué delirios, qué sin palabras.
Ojala pudiera ver ahora tu alma
y lentamente despedirte.
Y en susurrando oir:
"No, no he muerto"
sonriendo como diciendo:
"te espero chico, te espero..."
Te quise tánto y tánto te quiero.
Adiós...nos vemos.
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