martes, 22 de enero de 2013

Cama

Me han levantado un castillo
en el que dicen que duerma, bien alto, que roza el cielo.
Por las noches se hacen grilletes,
brotan estigmas en el pecho.
Huele a podredumbre y es mi carne
que se despide, bien alto, que roza el cielo.

Vienen ,heraldos de mi juventud, los años.
Dicen que les use o que se van, bien alto, que roza el cielo.
Y no sé si ser odio y aliento
o dedicarme a poner las calles.

Todo hueco.
Dónde duermo yo en este desierto de cama,
si a mi izquierda Sahara
y a mi diestra Antártida.

En este espacio interior,
en este hueco abierto
no hay sitio para mis arrejuntados,
sean porno o sean amor.

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