jueves, 3 de octubre de 2013

Déjame entrar.

Se mantiene cerca
de un árbol caído.
Sus manos se entremezclan
espoleándome.

Maldito por la luz
que está a punto desaparecer.
todo lo que veo
es su boca que al hablar
perturba el cielo.

Dice: "Aguanta mi amor,
no tengas vergüenza,
yo te envolveré en mis brazos
y sabrás lo que es estar a salvo."

Déjame entrar. Digo.
Déjame entrar en tus brazos.

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